5 consejos para ayudar a tu hijo a desarrollar su inteligencia emocional
Entendernos y conocer cada una de nuestras emociones al día es uno de los grandes retos diarios que vivenciamos como seres humanos, muchas veces no contamos con las habilidades suficientes para afrontar y reaccionar de la manera más adecuada frente a las situaciones que nos suceden, lo que nos puede llegar a generar enojo, rabia, desmotivación, desánimo o frustración, sin embargo, cuando eres mamá, papá o tutor legal de un niño y/o adolescente la pregunta es ¿Cómo le enseño a mi hijo que es normal no tener días buenos todos los días y cómo afrontarlos?
Cuando los niños se sienten tristes, enfadados, felices o asustados, suelen expresar esos sentimientos físicamente. Por ejemplo, si un niño se siente triste, puede llorar, quedarse callado o negarse a jugar. Si un niño está enfadado, puede gritar, golpear o lanzar algo. Si tiene miedo, puede temblar, agitarse o esconderse. Si se siente frustrado, puede irritarse, molestarse, mostrar signos de ansiedad y desesperación.
Antes que nada es importante comprender que una de las etapas más fuertes emocionalmente es la pre adolescencia y la adolescencia, ese momento de la vida donde al adolescente le duele todo, le afecta un poco más cada decisión y ve con más exageración las decepciones de la vida, no solamente por todos los cambios educativos que viven, sino que además es porque se encuentran pensando en su futuro, sus amigos, cambios hormonales, exploración de la sexualidad y la formación de la identidad.
Así que para que sepas cómo ayudar a tu hijo a explorar, reconocer, aceptar y controlar sus emociones, te dejamos algunos datos importantes que debes tener en cuenta para vivir esta etapa de aprendizajes para papás e hijos.
Aprendemos de los errores.
Uno de los mayores errores que los padres cometen con sus hijos es tratar de controlar todo. Esto incluye controlar sus emociones. Si no le das a tu hijo suficiente espacio para expresarse, se sentirá frustrado y enojado.
Cuando tratamos de controlar a nuestros hijos, a menudo terminamos empeorando las cosas. Queremos ser capaces de solucionar todos los problemas que surjan, pero si no les damos espacio para aprender de sus propios errores, no se convertirán en adultos que sepan cómo manejar los problemas.
Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades emocionalmente inteligentes, debemos dejarlos fracasar. Si les obligamos a tener éxito en todo, es probable que crezcan sintiéndose inadecuados y frustrados. En cambio, si les permitimos fracasar, aprenderán a recuperarse de los reveses.
Tus hijos aprenden de ti y de su ambiente.
Los niños aprenden sobre las emociones observando a sus padres, hermanos, amigos y maestros. Cuando los niños ven a los adultos expresar ciertas emociones, como ira, tristeza, miedo o alegría, tienden a imitar esas expresiones. Sin embargo, los niños generalmente no imitan las emociones adultas perfectamente. Por ejemplo, un niño pequeño puede imitar la expresión de ira de sus padres, pero puede no mostrar el mismo nivel de intensidad. Además, los niños tienden a imitar emociones que son similares a las suyas. Por ejemplo, un niño que es tímido probablemente copiará la timidez de su madre, en lugar de la voz fuerte de su padre.
Ponerle nombre a las emociones.
Una de las primeras cosas que debes hacer cuando enseñes a tu hijo sobre las emociones es entender las emociones de tu hijo y enseñarle sobre sus propias emociones. Esto le permitirá entender lo que siente y por qué. Al comprender sus propias emociones, el niño aprende a identificar las de los demás. También aprende a controlar sus propias emociones y su comportamiento.
Si tu hijo llega de la escuela cansado y triste, enséñale que está experimentando tristeza y que es normal tener un día triste, pero sin embargo, es importante que comprenda que esta emoción es momentánea y pasará si se distrae haciendo sus actividades favoritas o hablando contigo sobre qué situación le causó esta sensación.
Enséñale maneras de afrontar las emociones.
Como te dijimos anteriormente, eres uno de los modelos a seguir de tu hijo, así que dependerá de ti que tu hijo cuente con las herramientas suficientes para poder afrontar las situaciones y retos del siglo XXI. Nuestro consejo es que exploren juntos técnicas de relajación, actividades que le permitan a tu hijo distraerse y enfocarse en nuevas cosas positivas que le ayuden a mejorar su estado emocional, o que juntos conversen sobre estas situaciones para tomar decisiones con sabiduría, explorando siempre nuevas herramientas.
Fomentar la empatía.
Otra cosa que puedes hacer es fomentar la empatía. Enseña a tus hijos a ponerse en el lugar de los demás. Si notas que tu hijo es malo con otro niño, pregúntale por qué lo ha hecho. Tal vez descubra que su hijo estaba celoso porque el otro niño recibió un premio en la escuela. O tal vez no le gustaba el otro niño porque tenía un color de piel diferente al suyo. Sea cual sea el motivo, empatiza con tu hijo para que entienda por qué se ha comportado así.
En nuestros próximos blogs te contaremos otros tips que te ayudarán a enseñarle sobre las emociones a tu hijo, así que no olvides suscribirte en nuestro Newsletter para más contenido.